HIPOCRESÍA, EN FORMATO DE POESÍA
Para los 11
Angélica Mora
Hay días, en que algunas puertas gimen
y en las ventanas se corren las cortinas
para que la visión que se proyecta
no se vea y así no hiera ni lastime.
La necesidad de cada cual es incierta
la súplica callada queda muerta,
es mejor no ver ni oir a los dolientes
y así pensar que la realidad no es cierta.
Más aún si está encerrado injustamente
ahí, nadie desea echarse la carga encima
es mejor ignorar el dolor que atenuarlo
y dejar al necesitado a la deriva.
Si por fin se incorpora aquel hermano
y logra de algun modo cruzar la reja
entonces la desidia sí se aleja
y se vuelve a saludar
al doliente estrechándole la mano.
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